El contrato global: clima, salud y diálogo interregional

El contrato global: clima, salud y diálogo interregional

La segunda jornada de los II Diálogos para el Día Después, celebrados en Soria el 21 y 22 de octubre de 2022, comenzó con un bloque dedicado a profundizar en la dimensión global del nuevo contrato social. Para ellos organizamos dos conversaciones complementarias.

Primer diálogo: acción climática y salud global

La segunda jornada de los II Diálogos para el Día Después, celebrados en Soria el 21 y 22 de octubre de 2022, comenzó con un bloque dedicado a profundizar en la dimensión global del nuevo contrato social. Para ellos organizamos dos conversaciones complementarias.

Primer diálogo: acción climática y salud global

El diálogo, facilitado por Félix Fuentenebro, director de la Federación de Asociaciones de Medicus Mundi España, ahondó en las limitaciones existentes para abordar, desde una acción multilateral, los principales desafíos de nuestra época. La emergencia climática y la reciente crisis de salud global causada por la pandemia sirvieron de punto de partida para ello.

Josep María Antó, epidemiólogo y experto en salud global y salud planetaria de ISGlobal, enmarcó la conversación al presentar la paradoja que supone que en los últimos 50 años todos los parámetros indiquen una mejora sustancial de la salud global, mientras la salud del planeta se ha hundido. Tal y como la evidencia científica indica, la actividad humana ha desestabilizado los sistemas naturales de la tierra. “Hemos mejorado nuestra salud con un modelo de desarrollo social que es incompatible con garantizar la salud de las generaciones futuras, y los nueve límites planetarios que hay definidos en el marco del Antropoceno están avanzando hacia situaciones de no retorno.”

No hay salud humana sin salud de los sistemas naturales del planeta.

– Josep Maria Antó

Vivimos en una sociedad anestesiada que busca la anestesia. Que busca que los mensajes estén edulcorados, tamizados.

– Fernando Valladares

Ante esta situación de emergencia climática la comunidad científica está obligada a responder con evidencias sólidas y combatiendo la desinformación y la infodemia. De ello habló Fernando Valladares, investigador del CSIC y experto en Acción Climática, quien defendió la importancia de proporcionar datos veraces y basados en evidencias científicas, combinados con otros recursos comunicativos como puede ser en ocasiones el humor, y sin dejar que perseverar en el empeño, dada la gravedad de la situación.

Valladares señaló que los gobiernos y los responsables políticos a veces evitan decir toda la verdad por miedo a alarmar y denunció que, en la lucha contra el cambio climático, “no avanzamos más porque los tomadores de decisiones ya han tomado sus decisiones antes de preguntarnos y solo esperan de los científicos que las corroboren con algún dato.”

También denunció “nuestra tendencia a hacer negocio de todo”, refiriéndose específicamente al cuidado de la salud y a los escasos recursos dedicados a prevención en comparación con la inversión en hospitales y medicamentos, que sí generan beneficios.

Por su parte, Marta Pedrajas, del Dicasterio Vaticano de Desarrollo Humano Integral ahondó en la idea del desarrollo humano como un objetivo intrínsecamente unido al bien común. Pedrajas explicó cómo, lo que en términos eclesiásticos se denomina “opción preferencial por los pobres”, es algo muy similar a la idea del contrato social: “un bien común global, porque es responsabilidad de todos y solo podemos alcanzarlo juntos.” En cuanto al vínculo de ese desarrollo humano con el planeta en que vivimos, se refirió a la llamada del Papa Francisco, a través de su encíclica ‘Laudato Si’, a “responder al grito de los pobres y al grito de la Tierra”. Algo que solamente podrá alcanzarse con “la inclusión de los pobres en los problemas globales, y del abordaje de los problemas globales desde la visión de los pobres”.

Tenemos que acelerar el cumplimiento de los programas de desarrollo y de los ODS como esa agenda global: social, económica y medioambiental.

– Marta Pedrajas

Se trata, según Pedrajas, de una llamada moral a responder a la situación de extrema dificultad en la que viven en torno a 1.000 millones de personas, a las que se refirió como “la última milla”: el último grupo de seres humanos que viven en pobreza extrema, a los que es muy difícil alcanzar e integrar en los programas de desarrollo y que, sin embargo, reclaman nuestra atención por encontrarse en una situación que combina pobreza extrema, desigualdades y exclusión social. A ellos debemos situar en el centro del contrato social.

Como experiencia concreta de actuación innovadora y participativa en respuesta a la crisis climática, Lara Padilla, asesora del grupo joven de Unicef España habló sobre la Asamblea ciudadana para el clima, de cuyo panel de expertos ha formado parte. La asamblea, celebrada entre diciembre de 2021 y mayo de 2022 en España con la participación de 100 ciudadanos españoles elegidos de forma aleatoria pero representativa de la realidad social del país, ha concluido con la elaboración de 172 recomendaciones para lograr una España más justa y segura contra el cambio climático.

Para Padilla la asamblea fue una experiencia totalmente renovadora e histórica al reunir a tantas personas tan diversas, de orígenes, formación, edades y entornos diferentes, para hacer realidad este espacio de de-creación de propuestas en respuesta a la emergencia climática.

Se habla mucho de las generaciones futuras pero creo que también hemos demostrado que no solo somos generación futura sino también presente. Y que se nos tiene que tener en cuenta ahora.

– Lara Padilla

Consultados por el público sobre cómo abordar y sobre ejemplos concretos de experiencias en las que ciencia y tomadores de decisiones hayan logrado caminar de la mano, Fernando Valladares se refirió a casos como el de Islandia o los de países o comunidades con cierta independencia que han sabido poner el interés común por delante de los intereses particulares.

Hubo coincidencia en resaltar que el conocimiento y las soluciones para muchos de los problemas que necesitamos abordar, particularmente ante la emergencia climática, existen y están disponibles, pero no se están utilizando. “Hemos fracasado en ajustar la gobernanza y la justicia global en estos temas al conocimiento disponible”, reconoció Josep Maria Antó.

La mesa terminó con cuatro contundentes mensajes por parte de las personas participantes:

Josep María Antó resaltó el derecho fundamental de todas las personas a participar y beneficiarse del conocimiento. «Cuando la política obstruye la capacidad que tiene la sociedad de administrar ese conocimiento, debería considerarse un atentado contra un derecho humano», aseveró.

Marta Pedrajas recordó la invitación del Papa Francisco a pasar por un proceso de conversión ecológica y estar convencidos de que este es un problema de todos, que tenemos que solucionar desde dentro: “Si hay desiertos exteriores es porque hay desiertos interiores”.

Fernando Valladares pidió valentía. «Tenemos que ser valientes ahora porque serlo tarde no va a tener ningún mérito ni utilidad.»

Lara Padilla reivindicó «los grupos de participación intergeneracional como una herramienta para conseguir este contrato social y la opinión de la realidad de la ciudadanía».

El diálogo, facilitado por Félix Fuentenebro, director de la Federación de Asociaciones de Medicus Mundi España, ahondó en las limitaciones existentes para abordar, desde una acción multilateral, los principales desafíos de nuestra época. La emergencia climática y la reciente crisis de salud global causada por la pandemia sirvieron de punto de partida para ello.

Josep María Antó, epidemiólogo y experto en salud global y salud planetaria de ISGlobal, enmarcó la conversación al presentar la paradoja que supone que en los últimos 50 años todos los parámetros indiquen una mejora sustancial de la salud global, mientras la salud del planeta se ha hundido. Tal y como la evidencia científica indica, la actividad humana ha desestabilizado los sistemas naturales de la tierra. “Hemos mejorado nuestra salud con un modelo de desarrollo social que es incompatible con garantizar la salud de las generaciones futuras, y los nueve límites planetarios que hay definidos en el marco del Antropoceno están avanzando hacia situaciones de no retorno.”

No hay salud humana sin salud de los sistemas naturales del planeta.

– Josep Maria Antó

Vivimos en una sociedad anestesiada que busca la anestesia. Que busca que los mensajes estén edulcorados, tamizados.

– Fernando Valladares

Ante esta situación de emergencia climática la comunidad científica está obligada a responder con evidencias sólidas y combatiendo la desinformación y la infodemia. De ello habló Fernando Valladares, investigador del CSIC y experto en Acción Climática, quien defendió la importancia de proporcionar datos veraces y basados en evidencias científicas, combinados con otros recursos comunicativos como puede ser en ocasiones el humor, y sin dejar que perseverar en el empeño, dada la gravedad de la situación.

Valladares señaló que los gobiernos y los responsables políticos a veces evitan decir toda la verdad por miedo a alarmar y denunció que, en la lucha contra el cambio climático, “no avanzamos más porque los tomadores de decisiones ya han tomado sus decisiones antes de preguntarnos y solo esperan de los científicos que las corroboren con algún dato.”

También denunció “nuestra tendencia a hacer negocio de todo”, refiriéndose específicamente al cuidado de la salud y a los escasos recursos dedicados a prevención en comparación con la inversión en hospitales y medicamentos, que sí generan beneficios.

Por su parte, Marta Pedrajas, del Dicasterio Vaticano de Desarrollo Humano Integral ahondó en la idea del desarrollo humano como un objetivo intrínsecamente unido al bien común. Pedrajas explicó cómo, lo que en términos eclesiásticos se denomina “opción preferencial por los pobres”, es algo muy similar a la idea del contrato social: “un bien común global, porque es responsabilidad de todos y solo podemos alcanzarlo juntos.” En cuanto al vínculo de ese desarrollo humano con el planeta en que vivimos, se refirió a la llamada del Papa Francisco, a través de su encíclica ‘Laudato Si’, a “responder al grito de los pobres y al grito de la Tierra”. Algo que solamente podrá alcanzarse con “la inclusión de los pobres en los problemas globales, y del abordaje de los problemas globales desde la visión de los pobres”.

Tenemos que acelerar el cumplimiento de los programas de desarrollo y de los ODS como esa agenda global: social, económica y medioambiental.

– Marta Pedrajas

Se trata, según Pedrajas, de una llamada moral a responder a la situación de extrema dificultad en la que viven en torno a 1.000 millones de personas, a las que se refirió como “la última milla”: el último grupo de seres humanos que viven en pobreza extrema, a los que es muy difícil alcanzar e integrar en los programas de desarrollo y que, sin embargo, reclaman nuestra atención por encontrarse en una situación que combina pobreza extrema, desigualdades y exclusión social. A ellos debemos situar en el centro del contrato social.

Como experiencia concreta de actuación innovadora y participativa en respuesta a la crisis climática, Lara Padilla, asesora del grupo joven de Unicef España habló sobre la Asamblea ciudadana para el clima, de cuyo panel de expertos ha formado parte. La asamblea, celebrada entre diciembre de 2021 y mayo de 2022 en España con la participación de 100 ciudadanos españoles elegidos de forma aleatoria pero representativa de la realidad social del país, ha concluido con la elaboración de 172 recomendaciones para lograr una España más justa y segura contra el cambio climático.

Para Padilla la asamblea fue una experiencia totalmente renovadora e histórica al reunir a tantas personas tan diversas, de orígenes, formación, edades y entornos diferentes, para hacer realidad este espacio de de-creación de propuestas en respuesta a la emergencia climática.

Se habla mucho de las generaciones futuras pero creo que también hemos demostrado que no solo somos generación futura sino también presente. Y que se nos tiene que tener en cuenta ahora.

– Lara Padilla

Consultados por el público sobre cómo abordar y sobre ejemplos concretos de experiencias en las que ciencia y tomadores de decisiones hayan logrado caminar de la mano, Fernando Valladares se refirió a casos como el de Islandia o los de países o comunidades con cierta independencia que han sabido poner el interés común por delante de los intereses particulares.

Hubo coincidencia en resaltar que el conocimiento y las soluciones para muchos de los problemas que necesitamos abordar, particularmente ante la emergencia climática, existen y están disponibles, pero no se están utilizando. “Hemos fracasado en ajustar la gobernanza y la justicia global en estos temas al conocimiento disponible”, reconoció Josep Maria Antó.

La mesa terminó con cuatro contundentes mensajes por parte de las personas participantes:

Josep María Antó resaltó el derecho fundamental de todas las personas a participar y beneficiarse del conocimiento. «Cuando la política obstruye la capacidad que tiene la sociedad de administrar ese conocimiento, debería considerarse un atentado contra un derecho humano», aseveró.

Marta Pedrajas recordó la invitación del Papa Francisco a pasar por un proceso de conversión ecológica y estar convencidos de que este es un problema de todos, que tenemos que solucionar desde dentro: “Si hay desiertos exteriores es porque hay desiertos interiores”.

Fernando Valladares pidió valentía. «Tenemos que ser valientes ahora porque serlo tarde no va a tener ningún mérito ni utilidad.»

Lara Padilla reivindicó «los grupos de participación intergeneracional como una herramienta para conseguir este contrato social y la opinión de la realidad de la ciudadanía».

Segundo diálogo: América Latina y el Caribe – Europa

Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de El Español, fue la encargada de facilitar la segunda mesa, centrada en la relación entre el continente latinoamericano y la Unión Europea, sus retos y oportunidades para construir juntos el nuevo contrato social.

Abrió la conversación Javier Niño, director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) de la Comisión Europea, quien comenzó reconociendo el poco protagonismo que la región latinoamericana ha tenido durante años en la política exterior europea. Ante ello, destacó que el momento actual, con diversos responsables españoles en puestos de relevancia en Europa y, sobre todo, con la próxima presidencia española de la Comisión Europea en el segundo semestre de 2023, ofrece una ocasión única para restablecer y reforzar las relaciones entre ambas regiones. “Nos une la defensa de ese modelo de sociedad democrático e inclusivo, que respeta los derechos humanos y es sostenible, y que tanto nos ha costado conseguir en ambas regiones”, manifestó.

Javier Niño destacó también que la Unión Europea necesita incrementar su resiliencia, sin renunciar a establecer vínculos y construir “alianzas cada vez más fuertes que pongan a la persona en el centro de los tres grandes debates que tenemos sobre la mesa: el debate medioambiental, el digital y el social/del desarrollo humano, que sin duda articula a los otros dos”. El primero es una gran prioridad para Europa, como lo demuestra la gran apuesta por el Pacto Verde Europeo. El segundo requiere poner la tecnología y la inteligencia artificial al servicio de la sociedad para mejorar el acceso a los servicios públicos, a la justicia, a la salud, a la educación. Sobre el tercero, Javier Niño manifestó la necesidad de que ambas regiones trabajen juntas para promover y proteger el contrato social que está siendo atacado desde el exterior y que se encuentra fragilizado en muchas sociedades.

Nuestro gran objetivo es que con América Latina y el Caribe, que somos un tercio de membresía de Naciones Unidas y un tercio del G-20, seamos capaces de articular una plataforma que proteja y promueva un modelo social democrático, inclusivo, medioambiental y digital que siempre ponga a la persona en el centro de la ecuación.

– Javier Niño

Leire Pajín, presidenta de la Fundación Unión Europea – América Latina y el Caribe (Fundación EU_LAC), directora de Desarrollo Global de ISGlobal y presidenta de REDS-SDSN Spain, profundizó en el valor de la alianza entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea, no solo por los lazos históricos que nos unen, sino por los valores que compartimos en términos de democracia, de justicia social, de igualdad de oportunidades o de igualdad de género. “Así se ha demostrado cada vez que hay una discusión global, multilateral, como fue la de la Agenda 2030, en la que los países que más impulsaron y apoyaron la aprobación de esta agenda fueron los países de América Latina y el Caribe y Europa. También en la Declaración de París contra el cambio climático, los países más ambiciosos fueron los de ambas regiones”, afirmó.

Pajín se refirió a la plataforma El Día Después y a la Red de Mujeres Euro-Latinoamericanas promovida por la Fundación EU-LAC para crear sinergias en torno a la igualdad de género, como ejemplos de lo que, trabajando juntas, ambas regiones pueden conseguir.

No solo se trata de tener un pasado común. Se trata de tener un presente y un interés futuro común.” Los bienes globales son espacios de interés común. Espacios que son de todos y que tenemos que preservar entre todos. Y eso América Latina y el Caribe y Europa lo saben y lo comparten.

– Leire Pajín

Luis Felipe Calva, director global de la Práctica de Pobreza y Equidad del Banco Mundial comenzó destacando que, “cuando hablamos de bienes públicos globales, la alianza y la infraestructura institucional que se ha venido construyendo en esta asociación entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea supone en sí misma un enorme activo global que se debe cultivar y reforzar y en el que debemos invertir esfuerzos intelectuales, políticos, financieros.”

A continuación, compartió su preocupación por las vulnerabilidades que se perciben en América Latina y el Caribe y que, a su juicio, podrían debilitar la alianza interregional. Entre ellas destacó la polarización social y los bajos niveles de confianza en las instituciones de gobierno que llevan a la población a buscar salidas a través de la violencia, la migración, la informalidad o la opción por dejar los servicios públicos e ir a demandarlos de manera privada.

En un momento de tanta fragilidad, ¿cómo construir ese nuevo contrato social mucho más incluyente y sostenible? A través de alianzas estratégicas globales pero también de redes de gobiernos locales y del fortalecimiento de las instituciones regionales y multilaterales.

Esta alianza es en sí misma un bien público global que intenta influir a la tendencia y la política global en la dirección normativa que queremos y que se representa de forma muy completa en los ODS.

– Luis Felipe Calva

La intervención de Javier Gavilanes, miembro del equipo de Adelante, la facilidad para la Cooperación Triangular UE-ALC, se centró en destacar los cuatro elementos diferenciales de esta forma de cooperación para extraer de ellos aprendizajes que puedan ayudar a construir alianzas y fortalecer las ya existentes: sitúa a las personas en el centro a través del encuentro y el diálogo; se basa en la confianza, el deseo de prosperar, la generosidad y el ánimo de compartir; crea espacios flexibles en los que todos los actores pueden participar, sin miedo a equivocarse; y por último, genera impactos tangibles en un desarrollo sostenible, de acuerdo con los objetivos de la Agenda 2030.

La última ponente en este diálogo fue Paloma Costa, activista socio-medioambiental brasileña y una de las siete asesoras climáticas jóvenes del Secretario General de la ONU. En su intervención destacó la importancia de proporcionar educación y formación a toda la población porque “para una participación efectiva en los espacios de toma de decisiones necesitamos seguir un criterio, lo que requiere una educación de calidad y el acceso a la información que muchas veces no está accesible”. Costa reivindicó para los jóvenes espacios efectivos de toma de decisiones, y no solo consultivos, de modo que sus opiniones sean realmente tenidas en cuenta, y dejó para sus acompañantes en la mesa una pregunta:

¿Cuánto tiempo necesitamos para estar realmente actuando juntos? ¿Por qué no hacer espacios de conversación, de intercambio, de implementación? Hoy, no queda duda: las soluciones ya están siendo implementadas; lo que falta es activar, aumentar este impacto.

– Paloma Costa

A esta pregunta, Javier Niño respondió mencionando diferentes espacios y programas creados desde la Unión Europea y también desde órganos latinoamericanos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para la participación de las personas jóvenes, y reconoció la necesidad de dar pasos para favorecer el paso desde las opiniones al impacto real. “La juventud es fundamental para lograr que las alianzas globales sean de largo recorrido”, afirmó.

Leire Pajín señaló que lo que nos falta es sentido de urgencia, pero también sentido de corresponsabilidad y de concertación “de los poderes públicos, que deben dar ejemplo y liderar esos procesos, de la ciencia, que nos debe guiar en el camino, de la ciudadanía que tiene que estar informada y sensibilizada, y ser exigente con los poderes públicos, y de los medios de comunicación porque no siempre es tan obvio que estos temas formen parte de la actualidad y del día a día”.

Javier Gavilanes recordó que muchas de las 30 iniciativas que Adelante tiene ahora mismo en marcha están relacionadas con la juventud y destacó el valor del afecto en las relaciones bilaterales y de la capacidad de pedir ayuda, reconociendo que solos no podemos.

Por último, Cruz Sánchez de Lara reflexionó desde la perspectiva de un medio de comunicación, sobre la necesidad de defender las alianzas por valor y, como directora de Enclave ODS, ofreció este espacio como un altavoz para poder contar todo lo bueno que se está haciendo para contribuir al logro de la Agenda 2030.

Hay que defender las alianzas por valor. Si las alianzas se generan en torno a los que pensamos lo mismo, carecen de valor. Necesitamos convocar a quienes producen discurso, quienes aportan la ciencia, quienes conectan a las personas y quienes lo cuentan.

– Cruz Sánchez de Lara

La participación del público se plasmó en una pregunta sobre la próxima presidencia de España del Consejo Europeo. Se trata, en palabras de Javier Niño, de una oportunidad única e inmensa. “España tiene que impulsar este proceso. Pero, para que sea sostenible, tiene que abarcar a los 27 estados miembros.” También Leire Pajín subrayó la gran oportunidad que representa esta presidencia pero recordó la necesidad de generar espacios de intercambio no solo al más alto nivel, entre jefes de Estado y de Gobierno, sino también entre sociedades civiles, academias, sector privado,… para construir ese sentido de pertenencia presente y futuro.

Segundo diálogo: América Latina y el Caribe – Europa

Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de El Español, fue la encargada de facilitar la segunda mesa, centrada en la relación entre el continente latinoamericano y la Unión Europea, sus retos y oportunidades para construir juntos el nuevo contrato social.

Abrió la conversación Javier Niño, director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) de la Comisión Europea, quien comenzó reconociendo el poco protagonismo que la región latinoamericana ha tenido durante años en la política exterior europea. Ante ello, destacó que el momento actual, con diversos responsables españoles en puestos de relevancia en Europa y, sobre todo, con la próxima presidencia española de la Comisión Europea en el segundo semestre de 2023, ofrece una ocasión única para restablecer y reforzar las relaciones entre ambas regiones. “Nos une la defensa de ese modelo de sociedad democrático e inclusivo, que respeta los derechos humanos y es sostenible, y que tanto nos ha costado conseguir en ambas regiones”, manifestó.

Javier Niño destacó también que la Unión Europea necesita incrementar su resiliencia, sin renunciar a establecer vínculos y construir “alianzas cada vez más fuertes que pongan a la persona en el centro de los tres grandes debates que tenemos sobre la mesa: el debate medioambiental, el digital y el social/del desarrollo humano, que sin duda articula a los otros dos”. El primero es una gran prioridad para Europa, como lo demuestra la gran apuesta por el Pacto Verde Europeo. El segundo requiere poner la tecnología y la inteligencia artificial al servicio de la sociedad para mejorar el acceso a los servicios públicos, a la justicia, a la salud, a la educación. Sobre el tercero, Javier Niño manifestó la necesidad de que ambas regiones trabajen juntas para promover y proteger el contrato social que está siendo atacado desde el exterior y que se encuentra fragilizado en muchas sociedades.

Nuestro gran objetivo es que con América Latina y el Caribe, que somos un tercio de membresía de Naciones Unidas y un tercio del G-20, seamos capaces de articular una plataforma que proteja y promueva un modelo social democrático, inclusivo, medioambiental y digital que siempre ponga a la persona en el centro de la ecuación.

– Javier Niño

Leire Pajín, presidenta de la Fundación Unión Europea – América Latina y el Caribe (Fundación EU_LAC), directora de Desarrollo Global de ISGlobal y presidenta de REDS-SDSN Spain, profundizó en el valor de la alianza entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea, no solo por los lazos históricos que nos unen, sino por los valores que compartimos en términos de democracia, de justicia social, de igualdad de oportunidades o de igualdad de género. “Así se ha demostrado cada vez que hay una discusión global, multilateral, como fue la de la Agenda 2030, en la que los países que más impulsaron y apoyaron la aprobación de esta agenda fueron los países de América Latina y el Caribe y Europa. También en la Declaración de París contra el cambio climático, los países más ambiciosos fueron los de ambas regiones”, afirmó.

Pajín se refirió a la plataforma El Día Después y a la Red de Mujeres Euro-Latinoamericanas promovida por la Fundación EU-LAC para crear sinergias en torno a la igualdad de género, como ejemplos de lo que, trabajando juntas, ambas regiones pueden conseguir.

No solo se trata de tener un pasado común. Se trata de tener un presente y un interés futuro común.” Los bienes globales son espacios de interés común. Espacios que son de todos y que tenemos que preservar entre todos. Y eso América Latina y el Caribe y Europa lo saben y lo comparten.

– Leire Pajín

Luis Felipe Calva, director global de la Práctica de Pobreza y Equidad del Banco Mundial comenzó destacando que, “cuando hablamos de bienes públicos globales, la alianza y la infraestructura institucional que se ha venido construyendo en esta asociación entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea supone en sí misma un enorme activo global que se debe cultivar y reforzar y en el que debemos invertir esfuerzos intelectuales, políticos, financieros.”

A continuación, compartió su preocupación por las vulnerabilidades que se perciben en América Latina y el Caribe y que, a su juicio, podrían debilitar la alianza interregional. Entre ellas destacó la polarización social y los bajos niveles de confianza en las instituciones de gobierno que llevan a la población a buscar salidas a través de la violencia, la migración, la informalidad o la opción por dejar los servicios públicos e ir a demandarlos de manera privada.

En un momento de tanta fragilidad, ¿cómo construir ese nuevo contrato social mucho más incluyente y sostenible? A través de alianzas estratégicas globales pero también de redes de gobiernos locales y del fortalecimiento de las instituciones regionales y multilaterales.

Esta alianza es en sí misma un bien público global que intenta influir a la tendencia y la política global en la dirección normativa que queremos y que se representa de forma muy completa en los ODS.

– Luis Felipe Calva

La intervención de Javier Gavilanes, miembro del equipo de Adelante, la facilidad para la Cooperación Triangular UE-ALC, se centró en destacar los cuatro elementos diferenciales de esta forma de cooperación para extraer de ellos aprendizajes que puedan ayudar a construir alianzas y fortalecer las ya existentes: sitúa a las personas en el centro a través del encuentro y el diálogo; se basa en la confianza, el deseo de prosperar, la generosidad y el ánimo de compartir; crea espacios flexibles en los que todos los actores pueden participar, sin miedo a equivocarse; y por último, genera impactos tangibles en un desarrollo sostenible, de acuerdo con los objetivos de la Agenda 2030.

La última ponente en este diálogo fue Paloma Costa, activista socio-medioambiental brasileña y una de las siete asesoras climáticas jóvenes del Secretario General de la ONU. En su intervención destacó la importancia de proporcionar educación y formación a toda la población porque “para una participación efectiva en los espacios de toma de decisiones necesitamos seguir un criterio, lo que requiere una educación de calidad y el acceso a la información que muchas veces no está accesible”. Costa reivindicó para los jóvenes espacios efectivos de toma de decisiones, y no solo consultivos, de modo que sus opiniones sean realmente tenidas en cuenta, y dejó para sus acompañantes en la mesa una pregunta:

¿Cuánto tiempo necesitamos para estar realmente actuando juntos? ¿Por qué no hacer espacios de conversación, de intercambio, de implementación? Hoy, no queda duda: las soluciones ya están siendo implementadas; lo que falta es activar, aumentar este impacto.

– Paloma Costa

A esta pregunta, Javier Niño respondió mencionando diferentes espacios y programas creados desde la Unión Europea y también desde órganos latinoamericanos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para la participación de las personas jóvenes, y reconoció la necesidad de dar pasos para favorecer el paso desde las opiniones al impacto real. “La juventud es fundamental para lograr que las alianzas globales sean de largo recorrido”, afirmó.

Leire Pajín señaló que lo que nos falta es sentido de urgencia, pero también sentido de corresponsabilidad y de concertación “de los poderes públicos, que deben dar ejemplo y liderar esos procesos, de la ciencia, que nos debe guiar en el camino, de la ciudadanía que tiene que estar informada y sensibilizada, y ser exigente con los poderes públicos, y de los medios de comunicación porque no siempre es tan obvio que estos temas formen parte de la actualidad y del día a día”.

Javier Gavilanes recordó que muchas de las 30 iniciativas que Adelante tiene ahora mismo en marcha están relacionadas con la juventud y destacó el valor del afecto en las relaciones bilaterales y de la capacidad de pedir ayuda, reconociendo que solos no podemos.

Por último, Cruz Sánchez de Lara reflexionó desde la perspectiva de un medio de comunicación, sobre la necesidad de defender las alianzas por valor y, como directora de Enclave ODS, ofreció este espacio como un altavoz para poder contar todo lo bueno que se está haciendo para contribuir al logro de la Agenda 2030.

Hay que defender las alianzas por valor. Si las alianzas se generan en torno a los que pensamos lo mismo, carecen de valor. Necesitamos convocar a quienes producen discurso, quienes aportan la ciencia, quienes conectan a las personas y quienes lo cuentan.

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El Día Después es una asociación basada en la reflexión y la acción que tiene como objetivo alcanzar un desarrollo sostenible mediante la transformación económica, social y medioambiental.

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Empresa beneficiaria de ayudas del programa «Fomento de la contratación en el ámbito de la Comunidad de Madrid» (línea «Contratación estable de personas jóvenes»), cofinanciado por la Unión Europea.

© El Día Después 2024 | by Marmarru Studio

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