A continuación Leire Pajín, presidenta de REDS, y Carlos Mataix, director de itdUPM, fueron los encargados de presentar la propuesta de la asociación. Leire destacó que “El Día Después no nació como una red de una sola organización, sino como una red de diferentes organizaciones que trabajan juntas”. Además, dijo, “no tiene vocación de ser un espacio de organización de eventos, y sin embargo en el camino hemos visto que son una buena forma de construir proyectos comunes”. Finalmente, recordó que “la asociación tampoco nace como gestora de proyectos, pero sí ha conseguido incubar proyectos reales con impacto concreto”, como por ejemplo la Plataforma de Empleo Verde y citiES 2030.
Por su parte, Carlos Mataix resaltó que “El Día Después se ha ido convirtiendo en un gran depósito de confianza”. Y utilizó tres palabras clave para explicar la propuesta de la asociación: tejido, diverso y fértil.
“Algo que hemos aprendido y que queremos reforzar en el futuro es que somos un tejido que ayuda a desenmarañar los problemas enmarañados y a unir lo que debería estar unido y no lo está”, dijo Carlos. “La falta de tejido y de conexión, de hecho, es lo que nos lleva como sociedad a tomar decisiones para las mayorías de forma torpe”. “Una característica de este tejido” –añadió- “es que constantemente nos preguntamos quién tiene que estar y habitualmente no está en las conversaciones sobre las cuestiones que nos planteamos, como las migraciones, la vivienda, o el despliegue de las renovables en el territorio…”.
Finalmente, concluyó, “cuando se crea un tejido realmente diverso, emerge lo nuevo, construimos un territorio fértil del que surgen proyectos, acuerdos, coaliciones, como las que necesitamos de acuerdo con los que nos plantean las grandes agendas internacionales”. Es lo que hemos aprendido en estos tres años y que queremos seguir impulsando.