En cuestión de meses, la pandemia de COVID ha inducido un cambio social radical, a un sentido de urgencia y a la necesidad de una acción internacional coordinada.
En esta sesión, que celebramos el 11 de mayo y fue la última de tres ciclos de series (‘El día anterior’, ‘El año después’ y esta ‘La década después’), exploramos cómo podemos crear el mismo sentido de urgencia y los mismos niveles de acción coordinada para abordar la crisis climática y el desarrollo sostenible. ¿Cómo creamos la demanda pública de un futuro más sostenible para garantizar que no volvamos a la vieja normalidad? ¿Cuáles serán las lecciones aprendidas de la pandemia de la COVID-19 para abordar las desigualdades sociales y económicas?
La sesión fue organizada por Gonzalo Fanjul, Director de Políticas de ISGlobal.
Para este seminario, tuvimos la oportunidad de contar con Céline Charveriat, directora ejecutiva del Instituto de Política Ambiental Europea (IEEP); Eeva Furman, directora del Centro de Política Ambiental y parte del grupo líder de SYKE; Christos Zografos, investigador senior Ramón y Cajal del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; y Mauricio L. Barreto, Director del Centro de Integración de Datos y Conocimiento para la Salud (Cidacs), FIO Cruz en Brasil.
Céline Charveriat, del Instituto de Política Ambiental Europea (IEEP), abogó por 3 ejes de igualdad sostenible en Europa en la próxima década: igualdad dentro del país; igualdad entre países e igualdad intergeneracional.
Según Eeva Furman (Directora del Centro de Política Ambiental, SYKE), el informe ‘El futuro es ahora’ (septiembre de 2019) ya mostraba un resultado preocupante: el progreso hacia los ODS no se está produciendo. Ahora bien, lo que resulta especialmente alarmante -destacó- es que hay cuatro tendencias peligrosas que realmente amenazan la agenda: el aumento de las desigualdades, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la creciente cantidad de residuos. Y ahora encima ha llegado la COVID-19. ¿Cómo podremos acelerar el proceso?
Identificó cuatro lecciones que hemos aprendido de la crisis de la Covid:
- Se han puesto de manifiesto las interrelaciones entre temas y acciones muy diferentes.
- El mundo está muy interconectado. La fragilidad de la sociedad se está volviendo muy clara.
- Son muchos los actores de la sostenibilidad y algunos, al no poder afrontar el cambio de paradigma de forma sostenible, afectan al conjunto. Están apareciendo nuevas agendas populistas como resultado de esta crisis.
- Los sistemas clave deben ser transformados y compartidos.
Necesitamos impulsar la sostenibilidad y necesitamos comprender mejor la conexión entre el ser humano y la naturaleza.
Céline Charveriat
Hasta ahora, nuestras sociedades han sido un modelo empresarial impulsado por la eficiencia. Ahora nos vemos empujados a ver que la fragilidad del sistema requiere algo más, ir hacia un modelo de negocio impulsado por la resiliencia. Y todo eso comienza por la educación.
Según Chirstos Zografos, es importante resaltar «lo positivo» que nos ha traído la pandemia. Por ejemplo, ha puesto de manifiesto la importancia del cuidado: personas mayores o vulnerables, niños, etc. En este sentido, la pandemia podría servir como una oportunidad, y como dice el escritor George Monbiot “este virus nos ha convertido en vecinos solidarios”.
«Una prioridad vital para la década siguiente es extender el cuidado de los cuerpos individuales a lo que les permite existir: las relaciones, los ecosistemas y todo el planeta». (by Non Una Di Meno Roma, 2020)
Pero, para que esto tenga sentido, debe ir de la mano de una reducción masiva y drástica de los privilegios, el centro de la desigualdad: pensando en la década siguiente, ¿no será el momento de pensar más detenidamente sobre los privilegios y su intersección con las emergencias sanitarias y ambientales globales?
Según Mauricio Barreto, la desigualdad generalmente se ve como un problema de país. Sin embargo, las últimas discusiones entre economistas y sociólogos que contribuyen al pensamiento de la salud pública afirman que la desigualdad es un problema global: la perspectiva del país ha cegado la capacidad de entender la desigualdad como un problema global.
Mauricio definió algunos puntos de partida, como por ejemplo que la pandemia no ha sido una sorpresa, que las políticas neoliberales han estado desmantelando los sistemas de salud y la protección social, y tenemos una gobernanza de la salud global demasiado débil para enfrentar problemas complejos como esta pandemia.
Otro tema importante que señaló fue el redescubrimiento de la COVID-19 como una enfermedad con un claro patrón social. En otras palabras, la pandemia de la COVID-19 ha hecho visibles los vínculos entre los sistemas sociales, políticos y económicos que hemos creado para nosotros y nuestra salud.
Como resultado, las inaceptables desigualdades en salud dentro y entre los países no pueden abordarse dentro del sector de la salud, o solo a nivel nacional, sino que requieren soluciones políticas globales.
Para Mauricio esta pandemia es un claro llamamiento a un debate fundamental sobre cómo llegar a una sociedad más igualitaria y ecológicamente sostenible.
Panelistas
CHIRSTOS
ZOGRAFOS
Presentaciones
Céline Charveriat
Eeva Furman
Christos Zografos
Preguntas y respuestas (en inglés)
Christos Zografos (Universidad Pompeu Fabra, Barcelona) y Eeva Furman (Centro de Política Ambiental del Instituto Finlandés de Medio Ambiente) han respondido algunas de las preguntas formuladas por el público antes y durante la sesión.