El trabajo en el futuro de la juventud


Crónica del ágora celebrada el 21 de enero de 2021 con jóvenes y expertos/as sobre cómo construir un futuro en el que la juventud pueda desarrollar todo su potencial.

¿Cuáles son las claves y aspectos que condicionan hoy en día el futuro del trabajo? ¿Cuáles son los retos que la juventud ve en el futuro del trabajo?

El pasado 21 de enero celebramos un ágora en El Día Después en el que juntamos a jóvenes con expertos y expertas para debatir cómo construir un futuro en el que la juventud pueda desarrollar todo su potencial.

Albert Cañigueral, divulgador y autor de El Trabajo ya no es lo que era (Conecta, 2020), comenzó destacando la necesidad de mezclar conocimientos. “Puede parecer dispersión, pero vamos a un mundo de mayor complejidad en el que la riqueza que aportan las personas es cruzar conocimientos”.

En ese sentido, Cañigueral apuntó lo importante de tener en cuenta otros espacios de aprendizaje. “Se abren nuevos espacios como el coworking, que podrían plantearse para los estudios también, y herramientas con las que los alumnos pueden enseñar a profesores”.

Resumen del ágora (10 minutos)

Una brecha digital, también entre la juventud

Tanto Lola García como Isabel Fox, estudiantes de cuarto de la ESO, consideran que hemos vivido un salto muy rápido que tendremos que asimilar lo antes posible.

“Para ser capaces de trabajar en empleos que todavía no sabemos cómo serán, tendremos que aprovechar lo aprendido en estas circunstancias”, Señala Isabel Fox. Para Lola García, “tenemos una oportunidad de crecer más como sociedad apoyándonos en las máquinas”.

Virginia Pintó, estudiante de cuarto de Ciencias Políticas, recuerda que dentro de esta generación sigue habiendo una brecha digital para personas que, por falta de recursos o conocimiento, no tienen el mismo acceso para utilizar la tecnología.

Las habilidades más demandadas en el futuro

El debate también giró alrededor de las 10 habilidades que el mercado laboral demandará en 2025, según un informe del Foro Económico Mundial, y destacaron la brecha digital que genera el no poder aprender estas habilidades en los centros educativos.

“La manera en que aprendemos en el instituto se centra en habilidades de los robots -memorizar, cálculos, etc-. En cambio, habilidades como estas, o las tienes ya por la educación en el entorno familiar o no las aprendes”, recuerda Lola García.

Albert Cañigueral apunta en la misma dirección. “Parece que se asume que estas habilidades las llevamos por defecto incorporadas, pero hay que aprenderlas. Yo, por ejemplo, lo hice trabajando como voluntario en un entorno profesional”.

Jorge Ezquerra, estudiante de cuarto de la ESO, también destacó el asociacionismo como espacio de aprendizaje.

Para finalizar esta parte del debate, destacaron los siguientes recursos:

La pandemia ha revalorizado la escuela

“Cuando nos ha faltado hemos visto todo lo que nos aporta la escuela o el instituto. En el tema de las desigualdades, la escuela ofrece un contexto de igualdad de oportunidades. Eso es muy importante”.

Ainara Zubillaga, directora de educación de Cotec, ponía así en valor la institución educativa, “en la que pasan más cosas que lo que se aprende en las clases y que ejerce un rol muy importante de igualdad de oportunidades”.

En ese sentido, David Sesmero, estudiante de segundo de bachillerato internacional, destacó la pérdida que han supuesto las clases presenciales en términos de socialización, durante la pandemia.

Ainara Zubillaga también recordó que cada vez hay más centros que se están sumando a un movimiento de renovación, como los modelos de educación dual o los de Aprendizaje Servicio.

Alfons Cascante, estudiante de primero de bachillerato, añadió el valor del docente. “Yo me engancho a las asignaturas en las que el profesor enseña de manera apasionada. Se nota en el aire cuando un profesor es didáctico y lúdico”.

Y Jorge Ezquerra recordó la importancia de asignaturas como Educación para la ciudadanía y la necesidad de incorporar la educación ambiental y la perspectiva de género. “Hay que poner en valor en los currículos educativos a las mujeres que abrieron camino y que han roto techos de cristal”.

Incertidumbres y tendencias en el futuro del trabajo

Antón Costas, catedrático de política económica y miembro de la comunidad “Desigualdad y nuevo modelo económico” de El Día Después, se encargó de realizar un resumen del debate señalando tres fuentes que generan preocupación por el futuro del trabajo:

  1. Que el cambio tecnológico pueda destruir una gran cantidad de empleo (hasta 90 millones). Esa posibilidad genera angustia
  2. El desconocimiento de cuáles serán los trabajos futuros. Los trabajos cambian prácticamente en cada generación y no podemos saber cuál será el tipo de trabajo en el futuro.
  3. El sentimiento de que la enseñanza no está respondiendo de forma satisfactoria a este mundo de cambio tecnológico avanzado.

Y para dar respuesta a esa incertidumbre, Costas señaló otras tres fuerzas que han conformado las demandas laborales en el pasado y que también lo harán en el futuro:

  1. La demanda de capacidades y habilidades por parte de empresas, administraciones públicas…, es decir, los empleadores.
  2. Las preferencias de las personas sobre el tipo de trabajo que les gustaría desarrollar o sobre cómo quieren vivir son cada vez más determinantes.
  3. El papel de la sociedad, entendida como el sector público o el Estado, pero también la familia. La escuela, por ejemplo, es una función del sector público.

Y cerró su intervención con una serie de propuestas que bien se podrían encuadrar en las #UtopíasPosibles que estamos lanzando desde El Día Después:

  • La profesión de profesor y profesora de infantil, primaria y secundaria debería ser de las mejores pagadas.
  • A pesar de los procesos de digitalización y robotización que vivimos, la memoria no es la inteligencia de los tontos. Hay que cultivarla, porque sin ella es muy difícil pensar cómo se enriquece el lenguaje.
  • Tenemos que conseguir que la escuela pública tenga la misma calidad que la privada porque, de lo contrario, reducimos las oportunidades de quienes tienen menos posibilidades.
  • La trayectoria futura de las personas se determina básicamente entre los cero y tres años, franja en la que la escuela no es pública. Es necesario invertir más en esa franja de edad.
  • El Estado es determinante para que la robotización se use por las empresas para crear mejores empleos, y no para sustituir trabajos.

Antón Costas: Claves que condicionan hoy en día el futuro del trabajo

Vídeo íntegro del ágora

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