En cuestión de apenas unos meses, la pandemia producida por el COVID-19 ha planteado enormes desafíos que implican una actuación conjunta de todos los países y un rediseño de la cooperación internacional. En búsqueda de estas respuestas, el díalogo multiactor del pasado 7 de mayo ahondó en la necesidad de reformar y reforzar la gobernanza global y de fomentar una cooperación eficiente que garantice una inmunización efectiva y accesible para todos y todas, así como al mimo tiempo, de un enfoque claro para paliar la desigualdad social y de género.
En esta ocasión, el Ágora ha sido moderada por el periodista Toni Marin, y han participado como panelistas Arancha González Laya, Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España, Begoña Lasagabaster, Representante de ONU Mujeres en Túnez y Libia, Pedro Alonso, Director del Programa Mundial de Malaria de la Organización Mundial de la Salud y Katia Maia, Directora Ejecutiva de OXFAM Brasil.
En este diálogo multiactor, también contamos con algunas intervenciones especiales. En representación de las ONGs, Alberto Casado, Miembro del Equipo de Gobierno de la Coordinadora de ONGD y Director de Advocacy de Ayuda en Acción, del sector privado, Ariadna Bardolet, Directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa, represenatndo a la Cooperación Descentralizada, José Ángel Calle Suárez, Director de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo y M. Luz Ortega, Directora de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y como represenatnte de la Unión Europea, Félix Fernández Shaw, Director Políticas de Cooperación Internacional y Desarrollo DEVCO.
Además, Iliana Olivié, Investigadora principal del Real Instituto Elcano sobre Cooperación Internacional y Desarrollo y profesora de la Universidad Complutense de Madrid, junto a Carlota Merchán, experta en Cooperación Internacional y diputada de la Asamblea de Madrid, participaron de las conclusiones de la conversación y realizaron aportes sobre los próximos pasos de la comunidad de Gobernanza Global, Cooperación Internacional y Alianzas para el Desarrollo Sostenible del Día Despúes.
¿Por qué necesitamos hablar de una nueva arquitectura de cooperación al desarrollo global? Leire Pajín, Coordinadora de la Comunidad, Presidenta de Reds y Directora de Desarrollo Global de ISGlobal, destacó, lo que ha hecho esta pandemia es cambiar nuestro concepto de seguridad, y la responsabilidad que tenemos ante ella ha pasado a ser colectiva, si bien apoyándose en la suma de esfuerzos individuales. Con lo cual, ello exige que debamos reforzar los sistemas de gobernanza global y cambiar el foco del modelo de desarrollo y cooperación internacional. Esta reorientación debe, entre otros aspectos permitir, que los sistemas de salud sean robustos.
¿Y por qué “cooperación” y “global” son dos conceptos que deben ir de la mano? Iliana Olivié, identificó en las conclusiones tres motivos principales. En primer lugar, por el motivo de solidaridad. Con esta crisis, las necesidades de los países en desarrollo no sólo no se corrigen, sino que además se multiplican. En segundo lugar, se necesita un nuevo sistema de cooperación porque los propios países donantes ahora lo están necesitando también (el interés propio) en el denominado “Norte Global”. En tercer lugar, a razón de los bienes comunes, los bienes globales de la interdependencia.
Estos tres pilares conforman la narrativa para la reforma de la arquitectura de cooperación global. Así, se necesitan las siguientes reformas. Por un lado, la mejora del dividendo del sistema global de multilateralismo: su eficacia, pero sobretodo su legitimidad. Por otro lado, la mejora del sistema español de cooperación: elevar la cooperación entre actores. Esta crisis ha evidenciado las debilidades de la colaboración multi-actor y multinivel.
Una de las primeras lecciones es que la solución es el multilateralismo: uniendo esfuerzos y aceptando nuestra interdependencia.
Arancha González Laya
La Ministra Arancha González Laya sostuvo que hay que asegurarse de que la narrativa se corresponde con la realidad. En este sentido, lo urgente es fomentar una cooperación que sea inteligente. En segundo lugar, hay que materializar los principios en acciones concretas: en España se está trabajando en cooperación para vacunas, tratamientos y diagnósticos. Pero lo importante no es que se descubra una vacuna contra el COVID-19, sino que esta vacuna pueda llegar a cada uno de los ciudadanos y ciudadanas del mundo. En tercer lugar, hay que repensar en profundidad el significado y alcance del multilateralismo: este modelo necesita una reforma, de manera que pueda responder eficientemente a los retos, que son transversales.
La arquitectura de la cooperación al desarrollo debe cambiar. En primer lugar, la gobernanza ya no debe ser vertical –sectorial- como lo ha sido tradicionalmente, sino que debe ser transversal y horizontal. En segundo lugar, la gobernanza ya no es un espacio de gobiernos. Ahora hay muchos más actores: ONGs, think tanks, empresas, la sociedad civil. Así, se debe pasar de lo puramente intergubernamental a la poligobernanza. En tercer lugar, las organizaciones internacionales necesitan más independencia respecto a los gobiernos, y mayor poder de decisión propio por el interés del planeta.
Por su parte, Pedro Alonso, sostuvo que que este virus haya alcanzado a toda la población mundial puede poner en riesgo la dedicación de esfuerzos –humanos, financieros, técnicos, logísticos y de investigación- a otras enfermedades infecciosas que existen desde hace más tiempo, que todavía están presentes, y que tienen un nivel de letalidad significativamente elevado en algunas regiones, como la malaria. Puede generar disrupciones en las cadenas de suministro global a los sistemas de salud de los países en desarrollo, e incrementar –incluso doblar- el número de personas fallecidas por otras enfermedades. De ahí, que no se deban olvidar las otras enfermedades infecciosas que siguen presentes.
Las pandemias exacerban las estructuras de desigualdad.
Begoña Lasagabaster
Begoña Lasagabaster afirmó que las pandemias exacerban las estructuras de desigualdad. La desigualdad de género penetra y abarca todos los campos, sociedades y países. Se está viendo cómo las mujeres están en la línea de frente de la respuesta sanitaria (70% del personal), así como las encargadas de la limpieza y servicios necesarios para la facilitación de estos servicios sanitarios. Asimismo, la carga de conciliación personal, familiar y laboral está sobrecargando más a las mujeres. Sostuvo que se necesita una economía feminista, de forma que no se pierdan todos los avances que han costado tanto.
En sintonía, Katia Maia mencionó cómo el COVID-19 ha puesto de relieve las desigualdades profundas que algunas sociedades viven, como en Brasil, en donde “hay una ciudadanía de primera y de segunda”. Recalcó cómo las consecuencias del COVID-19 también van a ser desiguales. Uno de los problemas más importantes es que el sistema sanitario brasileño no alcanza a toda la población, ya que el país tiene 40 millones de personas con trabajos informales y, en consecuencia, sin la misma cobertura de salud. De ahí, la necesidad de cooperación internacional.
Panelistas
ARANCHA
GONZÁLEZ LAYA
BEGOÑA
LASAGABASTER
KATIA
MAIA
Hoja de ruta
La comunidad de Gobernanza Global, Cooperación Internacional y Alianzas para el Desarrollo Sostenible del Día Despúes ha elaborado una hoja de ruta donde se ponen de manifiesto las prioridades de la cooperación y sus compromisos esenciales ante esta nueva situación devenida de la crisis producida por la pandemia.