Taxonomía e inversión financiera sostenible


Crónica del taller organizado por la Comunidad de Desigualdad de El Día Después el pasado 4 de noviembre para ahondar en la inversión de impacto y sostenible.

Las finanzas sostenibles cada vez más son el vehículo que se utiliza para generar inversiones sostenibles, que tengan retorno financiero, pero principalmente que impacten en la sociedad y en el medio ambiente.

Con este propósito, la Comunidad de Desigualdad de El Día Después organizó este taller el pasado 4 de noviembre para ahondar en la inversión de impacto y sostenible.

El taller comenzó con una exposición sobre taxonomía, a cargo de Helena Viñes, directora adjunta de sostenibilidad de BNP Paribas AM y miembro del grupo de expertos en Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea.

La estrategia de finanzas sostenibles de la UE responde a una conciencia de que no hay política verde sostenible sin tener en cuenta al sector financiero. Y para ello, propone una transformación de 180 grados de este sector.

Concretamente, propone la descarbonización de las carteras de crédito y de inversión, y el incremento progresivo de la inversión en actividades y servicios que permitan a la sociedad en su conjunto llevar a cabo esta transición.

La taxonomía es la herramienta que ayudará a hacer esta transición, se trata de un diccionario viviente que se actualizará cada 3 años, y que establece las actividades económicas que se pueden considerar sostenibles y bajo qué circunstancias.

En su intervención, Helena Viñes señaló cinco rasgos claves de la taxonomía:

  • El marco de la doble condicionalidad, es decir, para que una actividad económica forme parte de la taxonomía no sólo debe contribuir substancialmente a uno de los 6 objetivos medioambientales sino que no puede dañar el resto de los objetivos ambientales y estándares sociales.
  • La taxonomía está enmarcada en la evidencia científica y las estrategias medioambientales existentes para cada uno de los objetivos de la Unión Europea. Por tanto, los criterios establecidos, incluidos los umbrales, reflejan el esfuerzo o la contribución necesaria de cada actividad para la realización de los objetivos medioambientales europeos dentro del calendario previsto.
  • La taxonomía es una revelación del camino hacia una economía neutra en carbono. Desgraciadamente la ciencia nos confirma que hay actividades económicas que no tienen lugar en un escenario de carbono neutral. Esto implica que, a la hora de invertir, hay que tener en cuenta la vida económica del proyecto o activo para evitar la retención de activos intensivos en carbono.
  • La taxonomía tiende un puente entre el desempeño medioambiental y el financiero. Es revolucionaria porque es la primera herramienta común de medición del grado de sostenibilidad de las actividades de la empresa y de las inversiones de un fondo.
  • La taxonomía es una pieza de un puzzle mucho más grande, es la referencia de los ecosistemas que se están creando y que permitirán analizar las preferencias medioambientales y sociales en las inversiones.
La taxonomía está enmarcada en la evidencia científica y las estrategias medioambientales existentes para cada uno de los objetivos de la Unión Europea
La taxonomía es revolucionaria porque es la primera herramienta común de medición del grado de sostenibilidad de las actividades de la empresa y de las inversiones de un fondo

Helena Viñes

Posteriormente, el taller se dividió en dos salas: la primera para analizar la inversión de impacto como herramienta para cumplir la Agenda 2030 y la segunda sobre financiación sostenible, ambas moderadas por Agustín Vitórica, Co-Fundador y Co-CEO de GAWA Capital, y Miquel Rubio, director de desarrollo de Anthesis Lavola, respectivamente.

Las principales conclusiones de estas dos mesas han sido:

  • La importancia de enfocarnos en proyectos concretos y pasar de la visión de evitar daños a la de generar impacto social y ambiental de largo plazo.
  • La taxonomía debe relacionar mejor los aspectos medioambientales con los sociales.
  • Se plantea el debate de cómo llevar la taxonomía a la práctica y haga que las empresas aceleren su sostenibilidad, ya sea mediante agrupaciones sectoriales y/o soluciones no empresariales.
  • Se necesitan promover las alianzas público-privadas. Se expusieron ejemplos de inversión combinada, instituciones como B-Corp, donde se miden los resultados con hechos e iniciativas concretas, fondos de impacto en empresas cotizadas, etc.
  • Un reto pendiente es llegar también a las pymes.
  • Las alianzas también hay que realizarlas con el tercer sector. Para ello es necesario que el tercer sector cuente con el conocimiento técnico para llevar a cabo estas alianzas en un entorno de confianza.
  • Es primordial que la universidad dé solidez a este paradigma.

Las conclusiones del taller en 13 minutos

Ideas y comentarios de las personas participantes expuestos durante el taller

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