Desde un grupo de trabajo en El Día Después, se ha llevado a cabo un análisis sobre los incentivos económicos que se están desplegando para promover un sector privado más sostenible desde los distintos ámbitos de la administración que tienen interrelación con la empresa (como las áreas de financiación, internacionalización, innovación, contratación pública, comercio y fiscalidad).
Durante el encuentro, se realizó una revisión de las conclusiones de este estudio, que esta iniciativa de El Día Después está llevando a cabo esta iniciativa en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid.
Se identificó que, en la mayoría de los casos, los incentivos económicos corresponden a programas específicos y están dirigidos en mayor medida al proyecto y en menor número a la empresa, aunque también se han encontrado algunos incentivos referidos a la actividad. También se analizaron el tipo de condiciones de elegibilidad y de criterios de evaluación que utilizan los diversos instrumentos de apoyo a la empresa, encontrando una gran diversidad y un amplio margen para fortalecer su capacidad de transformación empresarial. A modo de conclusión general, se evidenció que existe una experiencia vanguardista -aunque todavía muy restringida a programas específicos- con un potencial interesante para su generalización a todos los programas de apoyo del sector público en aras a ampliar su impacto.
La reflexión sobre las políticas e incentivos más efectivos para promover un sector privado sostenible llevó a un debate sobre diversas estrategias. Se destacó la necesidad de una acción más decidida por parte del sector público en este ámbito y la pertinencia de dar ejemplo desde las propias administraciones. También se comentó la oportunidad de las alianzas para potenciar la colaboración entre entidades del mismo sector. La visibilización de empresas ejemplares y sus buenas prácticas, los incentivos fiscales y regulatorios que premian las prácticas sostenibles o el acceso a financiación sostenible y compra pública con criterios ambientales y sociales se identificaron como factores relevantes en el impulso de transformaciones en el sector privado. Por último, se subrayó también la importancia de las acciones educativas y de sensibilización como palancas para el aumento de la conciencia y el conocimiento sobre estas temáticas.
Adicionalmente se debatió sobre las medidas necesarias para que el sector público logre un impacto unificado, destacando entre ellas la necesidad de homogeneizar criterios que potencien la inversión de impacto. Las propuestas concretas que se expusieron incluyeron:
- evitar el exceso de positivismo repensando la puesta en práctica de lmecanismos de penalización además de promover buenas prácticas,
- ser más ambiciosos en las alianzas público-privadas-sociales
- integrar la sostenibilidad en las estrategias empresariales para facilitar el acceso a financiación sostenible,
- desarrollar métricas (de forma más colaborativa) que evidencien el impacto cuantificado a la sociedad, y
- promover la coordinación administrativa para movilizar la compra centralizada hacia una compra sostenible.